DESCRIPCIÓN
Después de la segunda guerra mundial, la industria náutica liviana comenzó a utilizar un nuevo y revolucionario material llamado en sus comienzos plástico reforzado con fibra de vidrio (hoy es uno de los integrantes de los llamados materiales compuestos). En principio se creía que este material no necesitaría ningún tipo de mantenimiento, con el transcurso del tiempo se descubrió que no era así.
Junto con la crisis del petróleo de la década del 70 las embarcaciones empezaron a verse afectadas en su obra viva (la parte del casco que permanece sumergida) por una serie de ampollas que degradaban el gelcoat, hasta llegar a romperlo en forma de cráter, exponiendo el laminado a la acción directa del agua.
Luego de muchos estudios en la década del 80 se descubrió cuál era el origen del problema: la osmosis. Físicamente, osmosis es el paso de un líquido a través de una membrana semipermeable (es decir que deja pasar líquidos pero no las sales disueltas en él). Si tenemos dos líquidos A y B (con distintas concentraciones de sales) separados por dicha membrana observaremos que el líquido de menor concentración (solvente) fluye a través de la membrana hacia el líquido de mayor concentración (soluto) y este fenómeno solamente se detendrá cuando se igualen las concentraciones de sales de los dos fluidos, en ese caso ya no existirá presión osmótica.
Ahora vamos a llevar este ejemplo al mundo náutico, para desmitificar algunas cuestiones. Es normal escuchar decir “el casco absorbió agua, tiene ósmosis” (cuando observamos ampollas en el mismo) y uno lo primero que piensa es que el agua, donde flota el barco, penetró a través del gelcoat para alojarse en el laminado del casco. Esto no es así en realidad, ya que la presión osmótica solvente-soluto es desde el interior del casco hacia el exterior y por ende tiende a romper la capa de gelcoat.
Las sentinas de los barcos se encuentran permanentemente con agua, ya sea por filtraciones, por derrames en el interior del barco, o, por baldeo de cubiertas; por otra parte los interiores de una embarcación son lugares generalmente poco ventilados, con índices de humedad muy elevados y la humedad es sinónimo de vapor de agua, el cual es agua pura sin sales o sea el solvente. Del agua exterior ya sea mar, río, o lago no se puede dudar que es el soluto, de ahí se desprende que la presión osmótica es del interior del casco hacia el exterior, si fuera al revés no se formarían ampollas en el gelcoat, y para colmo de males esta presión osmótica es permanente ya que nunca solvente y soluto pueden equilibrar sus concentraciones.
Otra cualidad de este fenómeno físico llamado osmosis es que a mayor temperatura del medio mayor presión osmótica (un ejemplo de esto se da en las personas que sufren de retención de líquidos, experimentan mas el problema durante el verano y disminuye en invierno) en los barcos que navegan aguas cálidas se concentra un mayor porcentaje de cascos afectados con osmosis que en aguas frías, hubo varios casos de barcos que navegaban la zona de California (EEUU) por más de 10 años sin experimentar problemas de osmosis y al ser vendidos y trasladados a la costa este (Florida) en menos de un año experimentaron ampollamiento en el gelcoat, cabe destacar que la diferencia de temperatura del agua entre las dos zonas no supera los 4º C.
CAUSAS Y SOLUCIONES
En la fabricación del barco
Hay diversas causas que generan que el laminado de un casco sea una membrana semipermeable, pero podemos separarlo en dos grupos:
- Materias primas: Se recomienda el uso de resinas y gelcoats de poliéster isoftálico o éster vinílicas en la totalidad del laminado, el uso de resinas ortoftálicas no es recomendado. La calidad del gelcoat es esencial para la resistencia a los agentes atmosféricos y para la apariencia, pero tiene una influencia menor en el ampollado. Se recomienda el uso de gelcoat isoftalico de neopentilglicol, evitando el uso de colores intensos. Es muy importante que una vez finalizado el laminado se vuelva a pintar con gelcoat todo el interior del barco, esta es una barrera que no permite al agua que se encuentre en el interior de la embarcación se ponga en contacto con la fibra de vidrio y comenzar a degradar la misma.
- Mano de obra: No debe realizarse ningún trabajo en condiciones de temperatura inferiores a 18 C, ni con condiciones de humedad superiores al 65% relativa ambiente, esto es fundamental, ya que si no se respeta este concepto es muy difícil que los gelcoats y las resinas puedan desarrollar la totalidad de sus características físicas y químicas. El uso de catalizador (peróxido de metil etil cetona) por encima del 2% es una de las causas más comunes que generan absorción de agua. Se debe controlar que esto no ocurra tanto en el laminado como en la capa superficial (gelcoat). Es necesario realizar un post-curado del laminado para que la resina adquiera sus propiedades finales antes de que la embarcación sea puesta en servicio, para lograr esto se debe someter al laminado a una temperatura de 60ºC, por un tiempo de 8 horas como mínimo.
En barcos en uso
Si la embarcación se encuentra en uso y no presenta señales de ampollamiento en la superficie del gelcoat, es recomendable realizar un mantenimiento preventivo desde el interior del barco. Este consiste en pintar todo el interior del laminado (la cara donde se ve expuesta la fibra de vidrio) con gelcoat tipo pintura preferentemente de calidad isoftálica, con un lijado previo para evitar que la grasitud le reste mordiente y luego se despegue. Como ya dijimos esto evita que el agua y el vapor de agua existente dentro de la embarcación degrade la fibra de vidrio expuesta (siempre y cuando el fabricante de la embarcación no haya realizado esta tarea).
Otra tarea preventiva es ventilar periódicamente el barco y mantener las sentinas secas (recordar que para que haya osmosis debe haber dos fluidos de diferente concentraciones; si falta el agua en el interior no hay presión osmótica. Por último, si la embarcación no se utiliza durante todo el año, y se tienen los medios como para quitarla del agua durante algún tiempo durante el año, esto también evita la posibilidad de osmosis.
En barcos que presenten ampollas
En estos casos la reparación es muy costosa y requiere bastante tiempo con el barco fuera del agua, es recomendable que dicho trabajo lo realice una empresa especializada en tratamientos anti-osmosis. En el caso que el trabajo lo queramos hacer nosotros mismos el procedimiento es el siguiente:
Es imprescindible eliminar el antifouling antes de proceder a la eliminación del gelcoat, debido a la posibilidad de que al hacerlo todo de una vez, el antifouling contamine el resto de la superficie. Se debe quitar todo el antifouling, esto se puede hacer con una maquina arenadora y un lavado posterior. A continuación, por medio de discos de lija o arenado de la superficie se debe eliminar el gelcoat. Es importante recalcar que es necesario proporcionar al laminado, una vez expuesto, una rugosidad tal, que permita que cualquier producto se adhiera adecuadamente. Luego se debe lavar el casco con abundante agua dulce para eliminar las posibles sustancias disueltas dentro del laminado, repetir este trabajo al menos 4 veces con intervalos de una semana. Ahora debemos esperar que la humedad contenida en el casco baje a valores aceptables, hay varios medidores que nos ayudan a controlar el porcentaje relativo de humedad contenido en un casco determinado. Cada uno de ellos nos da una lectura relativa y asimismo, cada uno de ellos nos indica el porcentaje de humedad relativa con el cual empezar los trabajos.
Otro método para controlar la humedad, es el de pegar un trozo de plástico sobre la superficie del laminado y dejarlo allí durante varios días. Si el plástico, se humedece por la cara interior, es decir, la que toca al laminado, esto será una clara indicación de que hay humedad en el interior, la cual se condensa al tocar el plástico que la cubre. La ventilación interior cumple un papel muy importante también dentro del proceso de secado de una embarcación afectada por el fenómeno llamado Ósmosis. Durante el secado, es importante asegurarse de que el interior de la embarcación esté constantemente abierto y adecuadamente ventilado. De no ser así, se forma en el interior, el llamado “efecto invernadero”, el cual no solamente retrasa el secado, sino que además agrava el problema de la humedad contenida en el casco.
En sitios donde la temperatura es alta y el porcentaje de humedad relativa ambiente es también alto, el interior de la embarcación se convierte en una especie de invernadero, donde la humedad es aún superior a la humedad del exterior, hecho que agrava aún más el problema y retrasa el proceso de secado. Lo aconsejable es entonces, crear una corriente continua en el interior de la embarcación, utilizando ventiladores y/o calefactores que además de airear, proporcionen al interior una cierta temperatura que contribuya al proceso de secado. Se aconseja también sacar todos los elementos que puedan provocar la permanencia de la humedad, tal como velas, ropa de cama etc.
Otro punto fundamental a tener en cuenta es el del vaciado de sentinas o cualquier otra área que pueda estar conteniendo agua. Por último se aplicará un recubrimiento epoxi en toda la zona afectada y se seguirán las instrucciones del fabricante del mismo para dicha aplicación.